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“Innovar a morir” es una de las frases más populares en los últimos años en el sector empresarial, hablar de innovación parece sencillo pero no lo es del todo, hay que saber transformar el pensamiento innovador en cosas tangibles y eficaces, ¿Pero cómo lograrlo?
Normalmente muchas empresas centran sus esfuerzos de innovación en diseño y lanzamiento de productos, dejando de lado la modificación en su modelo de negocios, por lo que usualmente esos casos terminan en esfuerzos perdidos. Ante eso te presentamos tres consejos para que a la la innovación vaya al parejo con el crecimiento de tu negocio.
DEFINIR QUÉ ES INNOVACIÓN PARA LA EMPRESA
Innovación puede significar cosas diferentes según la persona, algunos piensan que se trata de hacer las cosas de mejor manera para mantenerse a la par de la competencia, otros creen que es hacer posible lo que aparentemente es imposible. Lo recomendable es tener una sola definición compartida dentro de la empresa, ya que de no hacerlo será complicado conocer si realmente se está innovando y los frutos que se están teniendo.
TENER EN CUENTA A LOS CLIENTES
Puede que ya vaya tomando rumbo a la innovación, pero ¿eso es lo que quieren tus clientes?¿lo que se hace va de acuerdo la cultura empresarial del negocio? ¿de su historia? ¿tomaste en cuenta la zona geográfica en donde estás? No considerar alguno de esos puntos puede resultar costoso. Escuchar a los clientes es un ejercicio importante, ya que estos pueden decir cosas buenas y malas sobre los productos o servicios de su empresa, que pueden ayudar en el desarrollo de su negocio.
CONTRATAR TALENTO NUEVO
Quedaron atrás los tiempos de algunas tradiciones al momento de reclutar personal, se solía hacer basado en educación o conocimiento experto. En la actualidad los lugares de trabajo son más colaborativos y abiertos, espacio ideal para los llamados millennials: jóvenes adultos que conformarán dentro de poco la mayor fuerza de trabajo a nivel mundial. A pesar de la infundada mala reputación a este sector son naturalmente creativos, conocedores de tecnología y flexibles; es preferible contratar gente con soft skills (comunicación, innovación, extroversión) a preferir gente con habilidades técnicas que se puedan aprender eventualmente. Las empresas con apertura a estas nuevas generaciones les permite prosperar más, que aquellas que no lo hacen.